Elegir la fotografía como carrera o como hobby es una elección bastante irracional: ya sea como la profesión que nos permita poner comida en la mesa, o como el hobby que nos permita evadirnos un poco de la realidad, es una pésima elección por los costos que implica. Entrar al mundo de las cámaras réflex es, sin duda, el comienzo de una serie de gastos que probablemente no termine nunca.
Ya tienes tu DSLR y un set que de entrada cubre todas tus necesidades. Una mochila que la mayoría de la gente se va armando no es raro que tenga:
- El cuerpo de la cámara, obvio.
- El clásico lente kit. Esto varía segun la marca y el modelo de la cámara (aclaro ahora y para siempre: soy Canonista, por lo que la mayoría de mis ejemplos serán con canon), pero en general es un lente corto en el rango de los 18-55mm, con un poco luminoso f/3.5-5.6
- Un lente de retrato. Distancia focal fija, y una apertura máxima relativamente luminosa, aunque suave en esas aberturas. Un ejemplo? El archiconocido EF 50mm f/1.8 mkII que se encuentra a veces por menos de 100 USD
- Un zoom/telefoto básico. Aquí hay harto para elegir, pero un buen lente para quienes necesitan acercamientos importantes sin desangrar el bolsillo puede ser el EF-S 18-135 f/3.5-5.6 o un EF-S 55-250.
Con eso estamos. ¿Verdad?
No por mucho tiempo.
Un día vas a darte cuenta que ese colibrí que encontraste cuando ya se estaba poniendo el sol es imposible de congelar con tu telefoto extendido al máximo en su gloriosa apertura máxima de f/5.6. Otro día vas a desesperarte porque tu fiel Rebel te llena de ruido las fotos cuando tienes que empujarla a ISO 800 o más. Al día siguiente, tratando de hacer fotografía deportiva con buena luz, vas a perder ESA toma porque tu camara no puede tirar más de 3 fotos en RAW sin descansar un par de segundos (la respuesta no es JPG: conozcan RAW y úsenlo!! De eso les escribiré más adelante). El último día vas a querer tomarle fotos a tu ahijada, que anda excepcionalmente risueña y el ruido del motor de enfoque la va a distraer, y lo lento del ídem te va a desesperar.
Y así, sin más, cuando veas que algún amigo tiene su 5D mkIII con la que puede hacer 10 tiros por segundo, con un telefoto de apertura constante, motor STM y MuySuperCaro™ y con cero ruido en las tomas a ISO alto, vas a tener la brillante idea: Necesito un upgrade.
Los costos empiezan a subir rápidamente, por lo que llega el momento de priorizar. ¿Invierto en mejorar el cuerpo o los lentes?
NdR: Partamos por aclarar lo que todo fotógrafo nos va a decir, con absoluta razón: al fotógrafo, aficionado o profesional, no lo hace la cámara, los lentes ni el resto del equipo; al fotógrafo lo hace el ojo, la teoría y el talento. Sin embargo, por mucho ojo y talento que tenga, si no tiene cámara es poco lo que puede hacer el fotógrafo 🙂
¿Por donde empezar entonces?
“Puedes tener la mejor cámara del mundo. Si la óptica que usas es una mierda, también lo serán tus fotos”.
-Profesional anónimo que me topé fotografiando aviones en SCL tiempo atrás)
Y en parte es cierto. Incluso montado sobre un cuerpo de DSLR muy básica, un buen lente produce un cambio muy notorio. De pronto comienzan a desaparecer las aberraciones cromáticas, la distorsión en las esquinas de la foto en los rangos extremos del lente y las fotos fuera de foco debido a un motor lento. Junto a muchas otras limitantes, éstas comienzan a desvanecerse cuando invertimos en lentes. ¿Significa que tengo que apostar por el cuerpo más básico que encuentre y usarlo para siempre? Por supuesto que no. ¿Significa que tengo que comprar los mejores lentes sin importar su precio? Tampoco! Todo es un tema de balances. Al final hay que recordar que nadie tiene el presupuesto para tener el equipo perfecto y que tu elección depende de ese presupuesto y de saber qué es lo que quieres lograr.
Necesitas algo que ya sobrepasa lo que tu cámara físicamente puede darte? Si necesitas velocidades de 1/8000 s. o más rápidas para parar de una vez al puñetero colibrí congelar movimientos muy rápidos, o necesitas ráfagas de 10-12 tiros por segundo en la mejor resolución y en RAW, piensa en un cambio de cuerpo. De igual modo, si te vas a pasar la vida fotografiando de noche o en interiores sin flash y necesitas que tus fotos en ISO 6400+ no sean un completo desastre como hasta ahora, sigue pensando en el cambio de cuerpo. Necesitas un cuerpo más robusto, sellado contra agua/polvo? te aviso que no te basta cambiar el cuerpo y tienes la triste misión de cambiar cuerpo Y lentes.
Necesitas, por otro lado, poder enfocar más rápido tus objetivos en movimiento? Comienza a pensar en lentes con mejores motores de enfoque (aunque acá vas a tocar con lo eficiente que sea tu cámara para comandar ese enfoque). Necesitas que los settings entre dos tomas puedan mantenerse constantes si cambias el nivel de zoom? Tal vez necesitas un lente de apertura constante. Estás teniendo niveles de fringing o aberración cromática impresentables? Un mejor lente te ayuda a reducir o eliminar esa molestia. Te vas a dedicar a la fotografía de naturaleza y tu subespecialidad son las ardillas? Probablemente necesites una distancia focal mucho mayor, para poder encuadrarlas bien a una distancia en que no se asusten.
Como puedes ver, no hay una única receta. Yo? Yo soy pro-lente y ando generalmente feliz con mi fiel Rebel por la vida y, ahora último, mi primer lente de serie “L”. Sin embargo, en las últimas vacaciones estuve 10 días con la cámara de +1, tecnológicamente MUY superior a la mía pero elegida cuidadosamente para que le sirvan mis lentes… ahora siento que necesito cambiar el cuerpo 🙂
Saludos!