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Ingeniero Industrial. De día, trabajando en eCommerce. De noche, viajero aficionado a la fotografía, los computadores, el cine de acción y la velocidad. I am the Stig.

Estamos lejos – Parte II

Hace justo un año publicaba un post titulado “Estamos lejos” para hablar sobre como en uno de los países que se toma más en serio todo lo que pasa en, o cerca de, un aeropuerto o un avión de pasajeros, una afición como el spotting no solo tiene cabida, sino además fomento y apoyo por parte de las autoridades.

Hoy vuelvo a pensar que estamos lejos. Lejos de la forma de pensar de los países desarrollados lo cual, si bien no es necesariamente algo malo, es digno de reflexión.

Hace menos de un año, LAN retiró de servicio el avión que le permitió expandir de verdad su operación más allá del continente americano. El A340 le abrió a LAN en forma definitiva las puertas de una operación económicamente viable hacia Oceanía y hacia Europa, con vuelos non-stop no penalizados en peso ni obligados a hacer rutas no óptimas por el tema ETOPS.
El A340-300, la variante del que LAN llegó a operar 5 aviones, tenía sus problemas y se ganó varios sobrenombres y bromas por su (in)capacidad de ganar altitud sin ayuda de la curvatura de la tierra. No obstante, es un avión al que LAN le debe mucho. En Abril de 2015 fueron retirados con ¿una hermosa ceremonia? ¿un homenaje? ¿un post en redes sociales? ¿un llavero conmemorativo?

Si no hubiera sido porque los pilotos y tripulantes de A340 hicieron un video de despedida y por el saludo de agua que hizo el SSEI a su arribo a Santiago, la respuesta habría sido un sonoro NADA. Y está bien, hacer despedidas es caro y el horno en realidad no estaba para bollos, como dice el dicho.

Fast forward a Enero de 2016. Air France da término a una era, desprogramando su flota de Boeing 747. La reina de los cielos. El avión más lindo del mundo y un equipo tan significativo para AF como lo fue el A340 para LAN. Y, para dar un justo reconocimiento al aporte del 747 al crecimiento de la aerolínea, convierten la desprogramación del avión en un evento con bombos y platillos: 747 Forever.

El último vuelo de itinerario (MEX-CDG) se vendió a precio de oro con muchísima anticipación. Luego de ese vuelo, se programa un vuelo especial París-París, de 2 horas, con fanáticos del 747 y personal histórico de la aerolínea. Una cena con champagne, momentos para el recuerdo y luego de aterrizar, un recorrido por la base de mantenimiento.

Para el Aerostrastornado™, un verdadero regalo. Pero eso no es todo.

Un último homenaje para un modelo que acompañó el crecimiento de una aerolínea durante 45 años. Un vuelo en formación con la Patrouille de France, con humo y mucha nostalgia.

TODO registrado en videos oficiales de Air France. Todo convertido en un evento para darle las gracias a un avión que, en palabras de un pasajero que entrevistan en alguno de esos videos, ayudó a democratizar el transporte aéreo de largo alcance.

Un mundo de diferencia. ¿Qué opinan ustedes?

Que pasa con mi maleta después del Bagdrop?

Cuantas veces se han preguntado qué pasa con sus maletas cuando las entregan en el counter de su aerolínea antes de iniciar viaje?

Si es que se lo han preguntado, se han imaginado algo como esto?

El video es de Amsterdam Schiphol (AMS) y es un verdadero laberinto donde, sorprendentemente, las maletas son bastante bien tratadas. Incluso, son almacenadas hasta el momento en que toca subirse a su avión, todo de manera automática.

No suban a sus hijos pequeños a un avión si no pueden evitarlo

Siempre he pensado que subir a un niño pequeño, de menos de 2 años, a un avión para un vuelo largo -digamos, sobre 3 horas- es hacer que el niño pase por una dosis innecesaria de sufrimiento. Si pueden evitarlo, háganlo.

Como saben, tengo la posibilidad de viajar bastante por placer y por trabajo. Y no se si a todo el mundo le pasa, pero llegas a un punto en que a veces te fijas más en los demás pasajeros y desconectas tus sentidos del vuelo mismo.
En esa rutina es que últimamente he puesto mucha atención en las personas que viajan con niños pequeños, así como en la gente que se sienta cerca de ellos. Ninguno lo pasa bien.

Ni siquiera me ponen ropa y me hacen volar!
Ni siquiera me ponen ropa y me hacen volar!

Por ejemplo, hace poco volé entre CUN y LIM en un A320. Por ser un destino de vacaciones familiares, el avión iba lleno de familias con niños de todas las edades, varios muy pequeños. El vuelo dura alrededor de 5 horas. 3 de los niños, todos de alrededor de 1 año, lloraron exactamente desde que el vuelo comenzó su carrera de despegue hasta que aterrizamos. Sus padres intentaban de todo por calmarlos y sus vecinos de asiento ni hablar: si hubieran podido se tiraban por la ventana.
Y he aquí el problema: todas las condiciones incomodas propias de un vuelo (confinamiento, dificultad para moverse, aire seco y enrarecido, congestión nasal, oidos tapados, ruidos extraños, movimientos inesperados) un adulto sabe como manejarlas y mitigarlas. Si no sabe, le explicas (o lo haces tomarse un whisky para que se le olvide) pero a un niño de 1 año, que no entiende lo que pasa (y que con suerte entiende el idioma en que se comunican los humanos en su entorno), como lo haces entender que su dolor de oídos es producto del cambio de altitud y que hay formas de aliviarlo? La respuesta corta es que no puedes y como tampoco puedes hacer algo tú por destaparle los oídos, tienes que observar en silencio como llora de dolor por 5 horas.

No seas cruel. A menos que sea imposible de evitar, no programes subir a tu hijo tan pequeño a un avión por tanto tiempo. Y si no puedes evitarlo, investiga formas de evitarle el sufrimiento. Tu hijo y tus compañeros de viaje te lo van a agradecer.