El tráfico aéreo está lleno de regulaciones. Todas, en pos de nuestra seguridad. Muchas, derivadas de accidentes o errores del pasado de los cuales se ha ido aprendiendo.
Una de las cosas que está muy bien normada es la separación entre aviones en todas las fases del vuelo. En crucero, por ejemplo, dos aviones que vuelan a la misma altitud (o nivel de vuelo cuando se sobrepasa la altitud de transición) no pueden estar nunca a menos de 5 millas náuticas, unos 9 kilómetros, uno del otro. Si van a estar más cerca, tienen que estar separados verticalmente por al menos 1000 pies (unos 300 metros)
En tierra es un poco más complicado. La forma en que un avión perturba a la masa de aire que está atravesando puede ser muy peligrosa para el avión que lo sigue. No se ven, pero los vórtices que crea un avión a su paso, que son proporcionales a su peso, forma y velocidad, pueden botar a un avión en una fase de poca energía como el aterrizaje. Por lo mismo se establecen separaciones en minutos entre aviones durante estas fases, sobretodo si el primero de la secuencia es más grande que el segundo.
La gracia del video es que las nubes permiten apreciar muy bien la forma en que un avión altera el aire por el que se mueve. Fíjense los vórtices que nacen de las puntas de las alas, arremolinándose y creando una serie de fuerzas que a un avión más pequeño podrían resultarle fatales si no se espera que se disipen. El video del avión es un A380, espero que lo disfruten!
Foto encabezado: ©Angelo Bufalino